Creo que todo el mundo está bloqueado. Nunca he conocido a nadie que no haya estado bloqueando el dolor desde su infancia, desde el nacimiento en adelante. ¿Por qué no debíamos llorar? A los doce años nos dicen que dejemos de llorar: «Sé un hombre.» ¿Qué coño es eso? Los hombres también sufren.

John Lennon, 1970.

Aclaración

Hola a todos y a todas.Probablemente penseis que o voy a decir lo típico de ``Este es vuestro sitio´´, ``Volved cuando querais´´ , o cosas por el estilo.Más que una bienvenida, esto es una aclaración.Este el blog para la revolución, para algo diferente.Este blog no esta metido en ningún estilo.No lo intenteis etiquetar.

jueves, 20 de noviembre de 2008

E.C.M.M

Más que un acosador te sientes como un justiciero, ¿Verdad?.Ella tiene toda la culpa, ¿no?.Tu solo llegaste a casa y ella estaba allí con sus amigas, metiéndose sustancias y riendo como locas.Esperaste a que se fueran todas y después le metiste miedo, como si fuera algo normal, como si todo eso de las drogas fuera verdad.En realidad ella solo estaba un poco más contestona de lo habitual y tu le dejaste claro que eso no podía ser así, que tu mandabas y que no podía decir
``Vale´´ cuando le pedías una tortilla de patatas por favor.Ella solo obedecía y callaba.Y después le salió muy seca, así que consideraste que ya era suficiente, que hoy se había pasado tres pueblos y le pegaste una paliza más fuerte de lo habitual.Como le dejaste un morado en el ojo, le prohibiste salir afuera hasta que se le curara.Pero salió a hablar con sus amigas, a quejarse, a relacionarse, a protestar.Y entonces, cuando tu vecina te dijo ``Ya esta bien,¿no?, déjala en paz´´
supiste que habías hecho algo mal: Se supone que debería tener tanto miedo que no habría podido ser tan valiente como para chivarse, para delatarte.Llegaste a casa diciendo palabrotas, pero ella había sido previsora y se había largado a casa de su hermana.Fuiste allí por la noche, cuando nadie te veía, para acabar con ella y con quien hiciera falta.Le prendiste fuego a la casa, una vieja mansión en las afueras.Te quedaste mirando un rato para oír los gritos, o algo que confirmara que estaba allí consumiéndose, pero en vez de eso te la encontraste mirándote tímidamente y con un atisbo de culpa.Pero no estaba sola.No ya.Estaba con un montón de gente que te miraba acusadoramente.Eran como ella, que habían pasado por lo mismo y habían sobrevivido.Pero también estaba su familia, sus amigas, sus vecinas, la poli, los bomberos y una ambulancia.Te trincaron y ya se acabo el juego, te dijeron.Te intentaste escapar, pero eran demasiados.Eso no podía acabar así, dijiste.Y la hiciste explotar.Esa bomba que llevabas escondida debajo de la chaqueta.Y te cargaste a todos.Pues bienvenido aquí chaval.Bienvenido a El Club de los Maltratadores Muertos.

martes, 18 de noviembre de 2008

Como las desgracias de Gonzalo

Me desperté con una sensación extraña en el estómago, como si fuera a pasar algo grandioso ese día, algo que revolucionaría el mundo y que haría que nada volviera a ser como antes.Con esos pensamientos me puse en pie recibiendo a un nuevo día.Acto seguido, vomito en la alfombra nueva que pusieron anteayer en mi cuarto.Mientras me caigo de la impresión, mi cabeza choca una y otra vez por los cajones abiertos del armario, con lo que mi cabeza toma un bamboleo extraño cuando me levanto.Siento una calidez en la barbilla que me alivia momentáneamente hasta que descubro que se trata de mi nariz que, como es normal, ha empezado a soltar un chorrete de sangre.Todas estas señales, pienso mientras, con lágrimas en los ojos, me lavo la nariz, tienen que estar relacionadas de alguna manera.Si se analiza detenidamente todas estas cosas que me pasan, se pueden sacar dos conclusiones:
-Que son un aviso de que algo grande va a pasar
-Que soy un carajote.

Como esta demostrado que no soy carajote, aunque me lo diga mi madre, decido salir silbando a la calle.El único problema es que no sé silbar, así que opto por ir ladrando.
Me cogen unos canis provistos de navajas y me quitan la sudadera.
Me cogen unos canis provistos de navajas y me quitan los zapatos.
Me cogen unos canis provistos de navajas y me quitan los pantalones.Cuando manifiesto mi indignación me pegan con un bote en las costillas y me quitan los calcetines.
Después de agonizar en el suelo unos minutos, me levanto y me voy a ponerme otra ropa.Por el camino me encuentro a dos chicos diciendo no sé que de una arnés y un amigo.
Salgo sin ladrar, porque a lo mejor me han cogido por tonto.Llego a una plaza donde hay un montón de cámaras grabando a un hombre en el suelo, y algo de una enfermedad.Me acerco a una fuente cercana cuando veo algo a lo lejos que me llama la atención:Un puesto de la ONCE.Y de pronto la verdad me abre los ojos y me pega un puñetazo en la cara.
Me he equivocado y al ir hacia el puesto me he comido una farola.Me sujeto la nariz, que ha vuelto ha sangrar, y emito unos ruiditos mientras el puesto me espera pacientemente.Cuando llego el vendedor se le quita la sonrisa y me dice que que quiero.Le contesto que quiero un premio de los gordos.Me lo da y me dice que son 3 €.Pues vaya estafa.Le pago y espero en mi casa hasta que por la noche empieza el concurso.Ya he ido al baño unas 8 veces.Empiezan a girar las bolas con una lentitud desesperante.La primera...segunda...tercera...cuarta...He acertado todas hasta ahora.Sola queda una...Me hago caquita encima.Y...GANÉÉÉ.Con la emoción se me escapa un pedo pero no importa.Me pongo a dar volteretas y a hacer el pino.En una de esas me resbalo y me doy con el pico de la mesa y me abro la cabeza.
Me despierto en el hospital y me doy cuenta de que,al no ser mayor de edad, no podía cobrar el premio.Estoy tan triste que me cambio el recipiente del suero intravenoso por el de orina para suicidarme.Cuando ya solo veo un poquito y todo se vuelve negro, oigo a mi madre decir que ella ha ido a cobrar el premio, que no me preocupe...